A pocos días para las elecciones presidenciales, el candidato a vicepresidente por el FMLN, Salvador Sánchez Cerén, tiene una agenda oculta. No aparece ante las cámaras y, aunque se le busca, en el partido no dan mayores respuestas a los periodistas
Como si se tratara de una campaña oculta que se aparta de la del candidato presidencial del FMLN, Mauricio Funes, su compañero de fórmula, Salvador Sánchez Cerén, pocas veces aparece en eventos donde asisten los periodistas. Tampoco su equipo de campaña envía convocatorias, en un contraste con la agenda de su homólogo de ARENA, Arturo Zablah.
Además, contrario a lo que ocurre con la fórmula arenera (Rodrigo Ávila-Arturo Zablah) no es usual que la dupla farabundista asista junta a las actividades de campaña. Las veces en que Funes y Sánchez Cerén han coincidido son pocas para lo que se acostumbra en una carrera proselitista.
Por si fuera poco, pasados 460 días desde que se anunció a la fórmula farabundista, el 11 de noviembre de 2007, hasta la fecha Sánchez Cerén no ha aparecido en ningún spot televisivo. Funes aparece solo, táctica que contrasta --de nuevo-- con la de Ávila junto a Zablah.
A juicio de algunos analistas, esto obedece a una estrategia electoral que busca mantener con bajo perfil al ex comandante guerrillero, blanco de críticas por su presunta vinculación con matanzas de sus compañeros de lucha. Esos señalamientos se agudizaron a fines de 2008, cuando salió a la luz el libro "Grandeza y miseria de una guerrilla", publicado por el ex guerrillero y escritor Geovani Galeas.
Aunque no lo niegan, de esa estrategia los encargados del comando de campaña del FMLN, como Zoila Quijada, quien lleva la agenda de Sánchez Cerén, no dan detalles.
Según los analistas, mientras Funes, por ser un rostro nuevo y lejano a la línea dura del partido atrae más votos foráneos, Sánchez Cerén los aleja. La misión del candidato a vicepresidente sería afianzar los duros.
El politólogo Antonio Bolainez, asesor espiritual del Presidente de EE.UU., Barack Obama, opina que es usual que hoy día la izquierda de Latinoamérica, incluida la de El Salvador, intente aparecer como una moderada, como la de Europa y Chile, para ganar adeptos, cuando en realidad es lo contrario.
Un ejemplo típico de la lejanía de Sánchez Cerén de la campaña directa para atraer votos sucedió el pasado martes. A fin de conocer su versión de por qué está "desaparecido" a pocas semanas de las presidenciales, se le buscó en cuatro sitios.
En esa fecha, mientras Funes recibía apoyo de dos dirigentes del FDR, su compañero se dirigía a los oyentes de la radio Maya Visión, propiedad del FMLN, en el programa "Conversando". Esa fue su única actividad "pública".
Tras concluir su participación radial, se buscó en su casa de campaña, en la colonia Miramonte, pero el local estaba cerrado. "Ni se asoma por acá", dijeron dos vigilantes.
Lo mismo ocurrió en el comando de campaña, cerca del Parque Cuscatlán, y en la fracción legislativa del FMLN. En este último lugar, los voceros dijeron que Sánchez Cerén sí está activo en la campaña.
"Lo que sucede es que él se dedica más a lo rural", sostuvo la diputada Quijada.
La señora citó una serie de jornadas que Sánchez Cerén ha desarrollado a lo largo del país. Dijo que entre ese miércoles y el viernes visitó el cantón San Jerónimo, de Guazapa, y comunidades de Santo Tomás, Santiago Texacuangos (San Salvador) y de Tacuba (Ahuachapán).
--Pero no hay convocatorias de prensa --se le comentó.
--Ese es asunto de los compañeros que se encargan de eso --sostuvo.
--¿Por qué ellos no coinciden en las actividades?
--No le voy a responder. Nosotros tenemos nuestro criterio --dijo Quijada.
Ese martes, Funes se fue por la tarde al Puerto de La Libertad, donde fue acompañado por el alcalde tecleño Óscar Ortiz seguidores del PDC, CD, FDR y PCN, junto al edil de ese municipio Carlos Molina.
¿Y Sánchez Cerén? Brilló por su ausencia. "En su casa", respondió Quijada.
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